Las placas fotovoltaicas están diseñadas para durar muchos años, generalmente entre 25 y 30 años o más, aunque la vida útil exacta depende de varios factores, como la calidad del panel, el clima, la ubicación y el mantenimiento del sistema.

Además, la mayoría de los fabricantes de paneles solares ofrecen garantías de rendimiento y defectos de fabricación por un período de 25 años o más.